viernes, 16 de enero de 2009

Noche de Clase

-Entonces?, voy a tu casa a las 8:00pm si? -dijo-
-bueno, aquí te espero. ¡Ahh! Yare-
-¿Que te duele?-
-Te traes los CD, que nos espera una buena charla-
-jajaja, OK los llevare-
-Mas que perfecto, te apuras y llegas temprano. Bye!- finalicé-

7:55 pm Estaba lista para irme a la fiesta, solo era cuestión de que llegara Yare, todos ya saben quien es ella; es mi mejor amiga, mi hermana postiza.

-Buenas noches señora, se encuentra Mily?- pregunto Yare-
-Hola hija, buenas noches, pasa en un momento le aviso- dijo mi madre-
-si, gracias.-

-Hija?, ya llego Yare.-
-¡Oh! Si, gracias mamá hay voy-

Ya era un poco tarde, bueno, el tiempo suficiente para poder decir tarde. 8:21pm y la aventura apenas comienza, las invitaciones muy elegantes, y Yare y yo íbamos de “gala” de acuerdo a la ocasión.

-Heey ¿Qué onda tu? ¿Cómo estas? – dije-
-Aaw ¡Que onda ziiz! ¡Oh! Tu pelo luce más lacio que nunca- me dijo-
-Osh! No no, no me cambies el tema que sabes que me molesta la impuntualidad y ya es tarde, así que dejas los CDS en el buró; si es que los traes, y ya vamonos. A madre no se a que hora regrese, Yare se quedara a dormir así que te agradecería si dejas otra cobija por favor. Vale, Adiós -concluí-

No sabíamos exactamente la dirección, así que se n os hizo aun, mas tarde. 9:13 pm, llegamos al salón, uno de mucha clase y elegancia, todos vestían con gran porte y elegantes, pero así como tu y yo sabemos que debajo de ese gran traje sastre y ese vestido con acabado en bordados, y su manera de hablar tan diplomáticamente, no es mas que una mascara para ocultarse de su verdadera identidad.

-Mily, ya viste a ese chavo? Esta muy guapo no? – Me pregunto Yare-
-Mmm, pues si no esta mal, pero se ve que es arrogante- dije-
-¡AA! Mira, allí esta Michel, pero esta con una tipa, que creo saber quien es- dijo enojada-
-si ya o vi, pero… ¿Quién es la tipa? – pregunte-
-Según el, ella quiere andar con el y muchas veces estando conmigo le hablaba por cel. esta vieja- respondió-.
-Y ¿entonces? Que esperas wey ve con tu novio-dije-
-No wey como crees, deja que pase el tiempo para ver como se comporta con…Esa tipa- dijo-
-hay, Yare esta celosa. Jaja pero no mames no hagas tus escenitas de celos en este momento, ¡Por favor! – afirme-
-pues si wey; ya que, pero te prometo que terminando de cenar bailo con el primer chico que se me acerque- lo dijo tranquilamente-
-Adelante, es tu vida, ¡Diviértete¡ -concluí-

Ya paso un buen rato, la cena termino y varias parejas abrieron la pista con aquella música romántica, empalagosa para algunos oídos. Michel (el novio de yare) seguía muy ocupado con aquella fulana; que a mi parecer no era más que una de esas chiquillas caprichosas. Yare la miraba como si sus ojos fuesen una espada, que con tan solo verla la mataba con la mirada.

-¿Bailamos?- me dijo aquel chavo guapo-
Me quede pensando, y al ver a yare así, no podía dejarla sola y como a ella le gusto este chavo, me atreví a complacerla y de pasada a vengarse de ese par de hipócritas. Así que le dije:

-ah! Oye, ¿Por qué mejor no bailas con ella? Tiene ganas de bailar y la verdad yo no soy buena en ese genero- afirme-
-Bueno, bailare con tu amiga, pero cuando cambien el genero te busco a ti- concluyo, llevándose a Yare a sacudir la pista.

En unos momentos mas tarde, observando a toda la muchedumbre, me llamo la atención aquel chico escribiendo en una servilleta, tan pensativo y tan galán; no pude dejar de observarlo por unos momentos ¡claro¡ hasta que noto que lo veía mucho, se paro y se fue; creo que mi mirada lo incomodo. Pero cual fue mi sorpresa, que apareció acercándose a la mesa, saludando tan diplomática y caballerosamente.

-Hola ¡Que tal! Buenas noches- dijo-
-hola, buenas noches- por un momento me puse nerviosa, pero pronto se me paso.
-¿puedo?- dijo apuntando hacia la silla para poder sentarse.
-¡Ah! Claro que si, adelante- dije.
-Me di cuenta de cómo me observabas- me dijo.
-Aaa…bueno…lo lamento si lo incomode en algún momento, solo que me llam…-me interrumpió.
-No no, por favor tutéame, creo que estamos cercas de la misma edad, y no no me incomodo, solo que al igual que tu, me llamo la atención que me observaras tanto, por que por lo regular a la mayoría de las chicas les parezco aburrido- concluyo.
-¿Aburrido?, jajaja- solo pude reírme tan sarcásticamente que el también termino por contagiarse de la risa, y reímos como dos idiotas.

En un par de minutos, después de las típicas preguntas de toda conversación entre dos extraños.

-Disculpa, me podrías acompañar afuera para poder saborear un poco de nicotina en esta noche gélida? -me dijo.
-Bueno, solo con la condición de que me invites uno- agregué.
-¡Por supuesto, pero… Vaya! ¡Que sorpresa! Fumas. Mira nada mas, un punto a tu favor- dijo.

Nunca antes me había molestado tanto por ese comentario; bueno, solo con ciertas personas:

-Discúlpame, pero yo no estoy en ninguna quiniela de juegos como para ganar o perder puntos con mi personalidad- dije.
-No no, solo que es raro que en esta “reunión” conozca a una mujer que fume- agrego.
-¿y que? ¿A caso las “damas” de tu clase no fuman?-pregunte un poco molesta.
-¿y tu, que clase de mujer eres?- respondió con otra pregunta.
-yo, simplemente soy la clase de mujer que me da la gana de ser- respondí.

Por unos cuantos minutos nos quedamos viendo a los ojos, el con admiración y yo con ganas de darle una buena cachetada. Y a lo lejos escuchaba unas voces gritando, hasta que puse atención, era Yare a los grandes gritos; en completo estado de ebriedad.

-Me las vas a pagar maldito, te juro que esto no se va a quedar así, esto te lo firmo hasta con sangre- dijo Yare muy enojada.
-Ya deja de hacer tus escenitas Yare, Por favor Mildred, si de verdad eres su amiga, llévatela antes de que empiece con sus imprudencias- dijo Michel.
-Claro que me la llevo, pero es por que esta mal, y no seria mala idea que te diera tu merecido hee, te lo mereces por ¡Mujeriego!-Agregué.
-Yo no soy ningún mujeriego- respondió.
-Hay mira déjate de mamadas, que por muy buena fuente se que llegaste con esa tipa muy “cariñoso” sabiendo que Yare vino, por que tu se lo pediste, por si no lo recuerdas. Ahora, si me disculpan, nos retiramos-concluí.

4:30am, por fin llegamos a casa, Yare en su último sueño, y yo durmiéndome junto a la luna; y al lado a la ebria de Yare, mientras los CD se quedaron a la espera de ser testigos con sus canciones de cada una de nuestras historias. Pero ya será en otra ocasión.



Mildred Patricia Portugal.