martes, 21 de julio de 2009

No te vuelvo a molestar.

Tranquilo no te voy a molestar, que mí suerte estaba echada… ¡ya lo se!. Lo entiendo y se que no hago falta en tu corazón y mucho menos en tu habitación, No me pidas que te deje de querer, eso seria como pedirle a mi corazón que dejara de latir.
Solo te pido, que por ese amor que algún día me jurabas sentir, Que ahora lo dudo, digas palabras originales a tu próxima conquista, que no repitas las mismas cursilerías.

Estoy llorando desde que te fuiste, pero lloro de felicidad, por que amores como el tuyo no miran hacia el futuro, y hasta mucho duramos con ese juego donde no existía la fidelidad ni la verdad.

Contigo, yo no lo niego, fui feliz por mucho más de la cuenta. Aunque también, tú puedes ser la luz de mi camino. No, no te emociones que serias mi camino de luz hacia el infierno, donde hasta Lucifer se vería ofendida frente a un patán como tu.

Puedo ver, oler, sentir, tantas cosas en el silencio de mi oscuridad que es ahí en donde ahora te veo. Y ahí, hay Alfombras que no hacen ruido Y mesa puesta al amor. ¡Óyelo!, es lo que te conviene, por que amores como el tuyo no miran hacia el futuro.

Que brujo es el amor, hace de mis días un lunes de desolación y un martes de reventón. No temas no hay cuidado, no te culpo del pasado, ya lo vez la vida es así, tu te vas con tu equipaje de palabrería en busca de asilo a tu conquista y yo me quedo aquí.
Ojala tengas suerte y cuídate de lucifer, que serias la única alma que vendría en persona recoger. Y quédate tranquilo, que no te vuelvo a molestar.




Mildred P.
Portugal