jueves, 11 de diciembre de 2008

-in memorian-

Arriba y abajo,
Me encuentro.
Así, en dualidad pura Que también se reproduce.
Entonces no son dos,
Porque todo se bifurca increíblemente.
Así, tan inexistentemente Que se junta imprevistamente,
En un solo pensamiento. No miento. Arriba y abajo,
Me encuentro. Así, en dualidad pura, Esperando y corriendo.
Que no me rima. Pero tiene su nombre, Y con eso basta.
Lo suaviza todo, Como el azúcar al café,
Lo amilana todo, Como el azúcar al café.

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Tengo un mal correspondido. Que corresponde a un récord de microsegundos. Ni se imaginan. Cuanto lo es Tengo un dolor grande en la muñeca, donde duerme el reloj. Un dolor grande en las pupilas cuando contesto las llamadas y me dirijo, exasperada, hacia el extremo superior derecho. Me persigue a todos lados, este mal correspondido. Es un tumor en el cuerpo, este mal correspondido. Tiene nombre, apellido y correspondencia. Se llama ausencia de él.

-De noche en su corazOn-

Tenia buen motivo para dudar, para seguir sentado en su gran nube gris. Era de noche en su corazón. En ese momento lucía el sol tras su espalda. Pero seguía siendo de noche, una noche sin estrellas ni lunas, confusa, oscura, tenebrosa y algo fúnebre y sobre todo mas gèlida que nunca. Desde que ella se había ido de su lado, se le había ennegrecido el corazón. Ella era la luz de su vida, cambió su sol interior por la alegría y luminosidad de ella sin saber que llegaría ese momento.

Todo comenzó en su casa. Él se encontraba tumbado en el sofá, sin nada que hacer, sin nada que esperar. Estaba en ese momento de la vida que nada te atrae, nada llama tu atención, en la que vives por inercia. El mundo te lleva de acá para allá, sin destino ni voluntad, sin decisión ni deseos, pues él se encontraba allí.

Intentaba callar la voz de su interior que decía “sal a la calle, vive la vida y olvida el pasado”. Él sólo quería morirse de culpa, de vergüenza, sentía inferioridad, un cúmulo de sentimientos que cuesta explicar con palabras pero que todas las personas que hayan pasado por eso reconocerán. Es el perfume a inutilidad, a dolor inexplicable que te recorre el cuerpo porque te sabes sin lugar en este mundo, sólo soportado por unos cuantos familiares que se preocupan por ti, pero de la que hacen una preocupación odiosa. Es odiosa porque tu te quieres morir, te dieron la vida sin tu pedirla y no sabes que hacer con ella, no sabes lo que se espera de ti.

Al final surgido un pensamiento de dentro de esa maraña de hipótesis, sentimientos, recuerdos y dolor. Decidió hacerle caso a su voz interna, esa que todos tenemos, pero que la rutina diaria, los desamores, los pesares, las preocupaciones y los amores no correspondidos hacen que olvidemos. Siempre es mejor correr detrás de una realidad que quedarte con una esperanza, pero la realidad siempre es esquiva. Nunca te dará lo que quieres, sólo lo que necesites. Y no te lo dará en el momento que tu quieras, sólo cuando lo necesites. La realidad juega con nosotros, con nuestra desesperación para que aprendamos de la vida, o la vida aprenda de nosotros.


Su coraza protectora era densa, no dejaba que nadie se metiera en su corazón ya que de él quedaba poco, después de todas las guerras perdidas y de las pocas batallas ganadas se sentía muerto por dentro, sin ganas de seguir luchando en pos de su destino sin poder encontrarlo, seguian pasando los dias y las noches mientras en su corazòn; sigue siendo en el dia Noche y en la noche esta mas oscuro que en el fondo del mar abierto....



Mildred Portugal