viernes, 20 de marzo de 2009

Cosas de una vida

Aun no me acostumbro a estos golpes de la vida, un día me da la gloria y el otro estoy más hundida en el infierno charlando junto a Satanás. Caminando por la calle invitando al olvido, maldiciendo al destino, sintiendo una a una las gotas caer. El día nublado, lluvioso, fresco, tal parece que es una copia de mi alma.

Alma que esta más oscura que la noche, más sola que el desierto… al cruzar la calle me encontré con algo escrito sobre aquella barda. Leí la frase que decía: "Gracias Señor por los obstáculos que nos das, contigo sé que no nos falta nada y todo se soluciona si estamos siempre de tu mano"
Lo primero que se me vino a la mente fue: “¡Que carajo! Gente estupida, como es posible que culpen a dios de su desgracia, si solo son las consecuencias de sus propios actos. ¡Que locos! Y mas loca yo por querer cambiar al mundo”

En el vacío de estos días de no saber si todo marcha bien, si estoy actuando bien. Aun estoy a tiempo de modificar mi destino, dejar de preocuparme y ocuparme de cosas que realmente valen la pena. Dejar de pensar que al final de cuentas pesan más los daños que los mismos años y tratar de reparar los daños que están al alcance de mis manos en un mundo que es prisionero de si mismo y nosotros nos volvemos esclavos de nuestros sueños.


Encomiéndate a tu dios y
Sube, sube la escalera
Para que llegues a la cima
Que puede que ya estés cerca

Da media vuelta
Y observa de tu vida
Reconoce tu error
y sigue adelante hacia la cima

Ve tras tu sueño
Y si te gritan “loco(a)”
Más loco esta el mundo
Por estar donde esta
Y dejar sus sueños volar

Puede que la escalera este oxidada
No te fijes en el material
Sube, sube un escalón más
Y ves rumbo a la cima

Y como dice aquel. Al que todos tachan de loco inmaduro “ A bailar y a pistear Que el mundo se va a acabar y al que le guste vivir preocupado…Que viva preocupado total a mi que, y al Que le guste la libertad y perseguir sus sueños como loco…¡Que viva la vida loca! Y los golpes de la vida…el tiempo los cura.”


Mildred P.