miércoles, 11 de marzo de 2009

¿Lector?

La necedad, el error, la codicia, el pecado
invaden nuestro espiritu y agotan nuestro cuerpo;
y alimentamos todos nuestros remordimientos
como alimentan los mendigos su miseria.

Los pecados son tercos, dèbil nuestro pesar;
nos hacemos pagar todas las confeciones
y tornamos, alegres, al camino fangoso,
creyendo que un vil llanto borrara todas las manchas.

El diablo es quien nos mueve igual que a marionetas.
En lo mas repugnante hallamos un imàn;
descendemos un paso, cada dìa, al infierno,
sin horror, a traves de tinieblas que hierden.

Charles Baudelaire

Este poema me dejo una embarcación llena de respuestas, donde aprender acerca del autor (Baudelaire) y la composición del poema, No me intereso mucho. Me llego y me dejo demasiadas respuestas a incógnitas que no quería resolver.